Beso fraternal socialista

 



Beso fraternal socialista
Dmitri Vrúbel
1990

Como todos sabemos, las tradiciones son tradiciones y estas varían en el tiempo y en el espacio. En aquel entonces, los líderes de los estados socialistas tenían la costumbre de mostrar esa fraternidad sellando pactos, tratados, aniversarios o encuentros con otros líderes de esta manera. Cuentan las malas lenguas, que uno de nuestros protagonistas era bastante besucón. De allí vendría la frase que habría circulado en la época, en la que Brézhnev exclamaba: "Como político, es horrible… pero ¡hay que ver cómo besa!"

La fotografía del beso entre los líderes comunistas Erich Honecker, de la Alemania Oriental, y Leónidas Breznev, de la Unión Soviética, durante el 30 aniversario de la República Democrática Alemana, en junio de 1979 se ha convertido en un auténtico icono. Aunque en realidad no fue tanto la fotografía como el mural que la recrea y satiriza, pintado por el artista ruso Dmitri Vrúbel en 1990 en las paredes de la East Side Gallery, situada al aire libre sobre los restos del Muro de Berlín.

Con el paso de los años la imagen, tanto en su forma fotográfica como pintada, se ha transformado en un símbolo del final del comunismo y la guerra fría, y el beso ha adquirido ciertos tintes de tragedia, de beso entre amantes que ven aproximarse el final del amor.

De hecho, el famoso mural está acompañado por una leyenda en alemán que dice así: “Dios mío, ayúdame a sobrevivir a este amor mortal.”

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