Vemos un intento por parte de la Corona de mostrarse como un núcleo familiar fuerte y unido, fundamento de una monarquía sólida y estable. Hijos, nietos, hermanos y yernos se agrupan intentando aparentar cariño y seguridad.
Sin embargo, el efecto que plasma Goya es justo el contrario: la jerarquía inherente al rango de los personajes se ve desplazada de forma natural por los roles que ocupa cada miembro dentro de la familia. Goya expresó su disgusto por la familia real (se ven todos sus defectos) dándole un aspecto desaliñado y casi caricaturizado
Según algunos críticos , Goya puso un espejo delante del grupo y lo retrató a través de este; esto explicaría tal vez por qué se encuentra detrás de ellos y por qué todas las miradas se dirigen fijas a una distancia intermedia, como perdidas en un punto fijo. Además, el pintor reduce los espacios y escapa así de los cánones barrocos que vemos en otras obras, por ejemplo, de Velázquez (Las Meninas). La obra tiene unas dimensiones de 280 x 336 cm.
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